CALDERÓN SE DESLIGÓ
DE GARCÍA LUNA (II)

COMENTARIO A TIEMPO

Por Teodoro

Rentería Arróyave *

SEGUNDA Y ÚLTIMA PARTE

En la entrega anterior dijimos: qué fácil le ha resultado a Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, después de conocerse el fallo de CULPABLE de Genaro García Luna, desligarse, en Carta Abierta, de su colaborador más cercano, quién como su poderoso secretario de Seguridad Pública federal, fue su confidente, su adlátere, su consentido, su consejero y quien marcó, con toda impunidad, la ruta de su fallido gobierno, ahora podemos agregar que esta posición se repitió miles de veces en los medios y sobre todo en las redes sociales.

Otra opinión coincidente con respecto a su frase: “soy un hombre de leyes y respeto las resoluciones de los tribunales que actúan conforme a derecho”, es en el sentido de que, con dicha afirmación, Felipe de Jesús da por hecho que el veredicto de “CULPABLE” contra su pupilo se ajustó a derecho, por ello el remate de su misiva, en lugar de lograr defenderse, como pretende, se hunde. Vayamos a los párrafos finales:

“Gracias a que enfrentamos a la delincuencia y a todos los carteles, el crimen se ha debilitado y el Estado se estaba fortaleciendo. Recuperamos territorios que estaban bajo control criminal, y se detuvieron delincuentes de todas las organizaciones. Los decomisos de armas, drogas y dinero alcanzaron cifras sin precedentes”. Juega con los verbos en pasado y presente.

Sí, los enfrentó a balazos, y provocó que los dos principales cárteles: “El de Sinaloa” de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera y el de “Los Beltrán Leyva”, convirtieran a nuestro México en un gran cementerio; fue su política de fuego y de confrontación entre grupos delincuenciales, cuyas matanzas entre las mafias continúan hasta ahora, y es de tomarse en cuenta, que en el presente, las fuerzas armadas evitan participar en esos enfrentamientos que en aquellos tiempos eran “combates”, continuos por su llamada “guerra particular”.

Insiste: La lucha por la seguridad de los mexicanos no era responsabilidad de una persona, o lo que es lo mismo, ni del Presidente, ni de su Secretario de Seguridad Nacional. En este nuestro México, siempre se ha afirmado y nadie lo ha desautorizado hasta ahora, “que el Presidente de la República es la persona más enterada de lo que sucede en el País”, sino fue así, qué malo y sino, más que malo.

Debemos de recordar que, desde los tiempos de Vicente Fox y luego de Felipe Calderón, el presidente de la COPARMEX, Jorge Espina Reyes -2001-2003-, y el abogado de la organización patronal, José Antonio Ortega Sánchez quién después fue abogado de la Iglesia Católica, cuando el asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, denunciaron directamente a los presidentes de la “docena trágica” del panismo, los vínculos de Genaro García Luna con el crimen organizado, sin embargo, los ejecutivos federales nunca movieron un dedo para investigar al ahora declarado CULPABLE por la Corte Neoyorquina.

Ahí están las publicaciones, en cinco primeras planas seguidas del diario “Reforma”; de todo esto no fueron ajenos los generales: Guillermo Galván Galván y Mario Arturo Acosta Chaparro, este último asesinado, según se dijo para acallarlo, así como varios procuradores, entre ellos el general, Rafael Macedo de la Concha.

Cuando Calderón Hinojosa, en el último párrafo de su carta abierta llama “a los mexicanos a no distraerse de lo fundamental”, con estas palabras distractoras: “hoy mismo, las familias sufren todos los días extorsión, el robo, la violencia y la impunidad de los criminales. Por eso, el Estado debe usar su poder para luchar contra la delincuencia, y no para hacer un uso faccioso de la justicia e intimidar a críticos y opositores”. Lo único que está pidiendo, es que volvamos al tiempo del disimulo, de la impunidad y de la complicidad.