Guadalajara, Jalisco, México, miércoles 16 de diciembre de 2015 - N° 200
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valioso, justo
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PERIÓDICO
CULTURAL IMPRESO Y EN LÍNEA, PUBLICADO CADA 15 DÍAS Y EDICIONES ESPECIALES POR
EDITORIAL PETRUS, PARA SERVIR A JALISCO, A MÉXICO Y AL MUNDO,
CON NOTICIAS, INFORMACIÓN,
CRÍTICA, ANÁLISIS Y REFLEXIONES
SOBRE FILOSOFÍA, HISTORIA, CULTURA, LITERATURA, ARTE, TURISMO, SOCIEDAD, ECONOMÍA Y POLÍTICA.
Jean Meyer Recibe el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de
Guadalajara
El historiador da a conocer nuevos hallazgos sobre la Guerra Cristera
GUADALAJARA, Jalisco, 4 de
diciembre de 2015.- Lejos de ser deseada por la mayoría del episcopado, la decisión crucial
de suspender los cultos en las iglesias –medida que antecedió a la Guerra
Cristera–, después de la entrada en vigor de la Ley Calles, fue resultado de
una maniobra política de un pequeño grupo de jesuitas radicales.
Dicho grupo, fue capaz de contornear la red
diplomática de la Santa Sede para obtener el consenso directo de Pío
XI en persona, sugirió el historiador Jean Meyer, con base en
información proporcionada en cartas que tenían como sustento declaraciones del padre
Juan González Morfín.
El 14 de junio de 1926 fue aprobada la Ley
Calles, que entre otras cosas limitaba el número de sacerdotes en el
país y establecía que éstos, debían registrarse y sólo podrían ejercer quienes
tuvieran licencia otorgada por el Congreso de la Unión o el estado
correspondiente.
El historiador francés ahondó más en su
investigación La Cristiada gracias,
además, a la apertura de archivos del Vaticano, de los arzobispados de
México y Morelia. Meyer dio a conocer sus nuevos hallazgos durante la ceremonia
de entrega del título Doctor Honoris
Causa por parte
de la Universidad de Guadalajara, que encabezó su Rector General, maestro Itzcóatl
Tonatiuh
Bravo Padilla, por su contribución a la investigación científica,
filosófica, lingüística e histórica de los movimientos sociales, el desarrollo
agrario y los conflictos religiosos en México durante los siglos XIX y XX.
El historiador galardonado detalló que hacia los años veinte, las iglesias nacionales, tanto la francesa como la mexicana, no tenían una conferencia episcopal permanente, cada obispo era rey en su diócesis y estaba en contacto con Roma. De tal manera que los obispos mexicanos representan líneas políticas diferentes; había entre ellos moderados, conciliadores y también intransigentes.
El historiador galardonado detalló que hacia los años veinte, las iglesias nacionales, tanto la francesa como la mexicana, no tenían una conferencia episcopal permanente, cada obispo era rey en su diócesis y estaba en contacto con Roma. De tal manera que los obispos mexicanos representan líneas políticas diferentes; había entre ellos moderados, conciliadores y también intransigentes.
El Vaticano, por su parte, deseaba el
apaciguamiento, se inclinaba por una política de arreglo que dejara subsistir
intactos los textos incriminados como la Ley Calles, y esperaba que no fuese
aplicada. Incluso, el cardenal Pietro Gasparri aconsejaba la
moderación y apaciguamiento a los obispos mexicanos, que durante sus visitas a
Roma fatigaban a la Secretaría de Estado con sus fulminantes anatemas. La curia
lamentaba que el clero mexicano nacionalista y batallador, en lugar de buscar
un acomodo con los poderes, se mantuviera en una hostilidad abierta.
A pesar de que hasta 1926
la línea de dicha Secretaría de Estado era de apaciguamiento, en ese año todo
cambió porque el grupo mencionado de jesuitas –metidos en la línea social de la
Iglesia, en el combate de la pobreza y la defensa de los obreros–, apoyado por
cinco obispos que el historiador
calificó como “batalladores”, se brincaron a la tal secretaría y fueron capaces
de llegar directamente al Papa y “venderle” su punto de vista.
Según éste, para ganar la batalla había que suspender el culto y decirle al
gobierno mexicano: “Hasta aquí”.
El Rector General, durante su discurso en la
ceremonia, reconoció la entrega y dedicación de Meyer al estudio e
investigación de los grandes temas religiosos en la historia de México, entre
los que destaca la Guerra Cristera. Éstos han marcado rumbo a una nueva generación
de historiadores sobre los fenómenos religiosos relevantes del siglo XX.
El doctor Juan Manuel Durán Juárez, director
de la Biblioteca Pública de Jalisco “Juan José Arreola”, subrayó el interés de
Meyer por México, que lo llevó a fundar un Centro de Estudios Mexicanos en
Francia, donde trabajó de 1974 a 1984.
También presidieron la ceremonia solemne el
doctor Armando Zacarías Castillo,
Rector del Centro Universitario de los Lagos; el maestro José Alfredo Peña Ramos,
Secretario General de la UdeG; el doctor Miguel Ángel Navarro, Vicerrector
Ejecutivo y la doctora Myriam Vachez
Plagnol, secretaria de Cultura estatal, en representación del
gobernador de Jalisco, maestro Jorge Aristóteles Sandoval Díaz. El historiador Jean Meyer, recibió el grado académico de Doctor Honoris Causa de la Universidad de Guadalajara, cuyo Rector General, Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, lo acompaña; al igual que la Secretaria de Cultura del Gobierno de Jalisco, Miriam Vachez y el Vice-Rector, Miguel Ángel Navarro.
Alfil
JUDICIALIZAR NO ES LA VÍA
“Es correcto. La deontología en el periodismo es un camino urgente a seguir, como lo afirma mi amigo y destacado colega, el Doctor José Luis Jáquez Balderrama, en su más reciente libro, congruente –además- con el principio de autorregulación de los Medios de Comunicación, en el ejercicio de la libre expresión. Felicidades.”
Martes 8 de diciembre de 2015.- Apenas entró en vigor la Ley reglamentaria al
artículo sexto Constitucional en materia de réplica, y ya se presentó el primer
amparo contra ella. El argumento central es que la mencionada Ley le pide a los periodistas probar lo
imposible: la inexactitud de la información, contrario sensu, la verdad de lo
que se publica.
La revista proceso a través de su cuerpo
jurídico interpuso el recurso, bajo la premisa de que la ley recién autorizada
por el senado, tras estar guardada cerca de ocho años, viola la constitución
política al “menoscabar la libertad de expresión y el derecho de informar”.
La tesis principal es que “la ley va más allá de garantizar la
réplica porque coloca a los periodistas en la obligación de probar la “falsedad
de inexactitud” de cuanta información y opinión difundan. De lo contrario,
serán objeto de juicios y sanciones” y acota, lo que puede (o es) la
intencionalidad oculta: “de esa obligación estarán exentos aquellos medios de
información y periodistas que se limiten a reproducir información oficial”.
Además, como argumento, se señala que la nueva
ley protege lo mismo a los ciudadanos comunes que a los funcionarios y
servidores públicos, así como candidatos y personajes públicos.
Como ya habíamos sostenido en este espacio, en principio la norma jurídica
recién autorizada es innecesaria: la libertad de expresión, por su misma
naturaleza, no puede estar sujeta a regulaciones jurídicas de ninguna especie.
La simple regulación, independientemente de su contenido, es contraria a
la libertad más importante de la sociedad moderna, basada en el libre tránsito
de las ideas y los pensamientos.
Es cierto, se dirá que no hay libertades absolutas, y que éstas deben
estar regidas por una norma que evite la anarquía y el abuso del derecho. Es
cierto, pero no se requiere que sean normas jurídicas. En la práctica han sido
normas éticas las que han regulado el derecho a la libre expresión de las
ideas. Y creo que son las normas éticas las que pueden dar salida a este
callejón en el cual se metieron nuestros legisladores.
Esto es así, porque el proceso internacional es eliminar los delitos de difamación y calumnia,
como ha ocurrido
en casi todo
México,
Contrario a ello, en nuestro país se autoriza una ley que sanciona a los
medios de comunicación, (y a quienes sin serlo son equiparados porque divulgan
información o expresan su opinión), que sanciona con multas que pueden rebasar
los 350 mil pesos sin contar los daños y perjuicios que pueden ser alegados.
No conforme con sancionar al medio de comunicación que se niega a la
réplica, el legislador protege lo mismo al ciudadano común que a los personajes
públicos: a contra corriente de lo que ha venido estableciendo la Corte, que
hace una distinción de dichos personajes, que por su naturaleza pública, están
de manera natural expuestos a la mayor crítica no solo sobre su vida oficial,
sino sobre su vida privada, entendiendo que existe un valor superior, que es la
discusión abierta de los asuntos públicos. Esto es así, porque
unas toallas que se utilizan en Los Pinos, la motoneta de los viajes furtivos
de Hollande y la Casa Blanca, son
asuntos de carácter público y no privado, porque en ellos están involucrados
personajes públicos, y ante esto, la crítica, aún con sus excesos, es
necesaria: permite, aún y cuando se diga que de manera marginal, un control del
exceso del poder.
Pero la joya de la norma autorizada es sin duda la exigencia a los medios
de probar que la información es exacta, o por el contrario, no es inexacta: es
decir, qué se adecua a la realidad ¿A cual realidad? ¿O el legislador está
pensando en la verdad? A la del periodista, el medio, el personaje involucrado.
Al dato objetivo, material. A la verdad absoluta. O bien, estamos pensando en
la veracidad, que es un término más adecuado. Es decir, a la existencia de
elementos suficientes para acercarnos a la realidad de lo que ahí o allá
aconteció, muy cerca de lo que es verdad, que de acuerdo a la real academia es
la conformidad de las cosas
con el concepto que de ellas forma la
mente. De ahí que el
periodista o quien ejerce la libre expresión, habla con verdad cuando su
expresión refleja el pensamiento que tiene acerca de la realidad.
Si se informa que el
presidente de la república viola
la Constitución al comprar toallas carísimas, ya que debe ajustarse a un
criterio de austeridad, y por tanto hace uso dispendioso del recurso, y debe ser
sancionado, ¿Estamos o no frente a una exactitud de la información? ¿Hay verdad
o no en ella? ¿Debe en medio simplemente transmitir información sin interpretar
la misma? ¿y el periodismo trascendente, investigador, que va más allá del
dato, a la interpretación del mismo?
Judicializar la réplica, no es la salida para construir medios
responsables. La vía es la profesionalización, la diversificación de medios, la
ley de publicidad, el apoyo a la libre crítica. Judicializar
solo protege el status quo, tratando de amedrentar en beneficio de la clase
política, que sin chistar, toda, autorizó la reforma, sin pensar que se está
cercenando uno de los elementos fundamentales de la vida democrática.
América Latina será Invitada de
Honor de
la FIL en 2016
El destacado músico Luis Chamaco Guerrero, con su saxofón y orquesta, amenizó el banquete y el baile de los académicos jubilados de la Universidad de Guadalajara.
La fiesta librera más importante de habla hispana, que
tendrá lugar del 26 de noviembre al 4 de diciembre de 2016, armará toda una
fiesta latinoamericana para celebrar sus 30 ediciones
Guadalajara, Jalisco, a 06 de diciembre de 2015.- El próximo año “2016,
representará la oportunidad de acoger la amplísima cultura de América Latina.
Convocaremos el talento literario y artístico, haciendo de la FIL una verdadera
celebración: la desbordada fiesta de la identidad latinoamericana”, dijo Raúl
Padilla López, presidente de la Feria Internacional del Libro de
Guadalajara.
En 1993, cuando la Feria Internacional del Libro de
Guadalajara rondaba los siete años, los organizadores decidieron que era
momento de crecer. Y entonces tomaron una decisión: incluir en el programa
general de la feria, la figura del invitado de honor. Así, el primer país en
detentar esa distinción fue Colombia, que repetiría la distinción en 2007.
Ahora, 23 años después, con el país invitado de honor consolidado como uno de
los baluartes de su programa, la FIL ha decidido abrir todavía más sus puertas:
para festejar sus 30 años, la feria tendrá a América Latina como Invitado de
Honor.
En el Hotel Hilton Guadalajara
FESTEJO NAVIDEÑO DE LOS ACADEMICOS
JUBILADOS DE LA UdeG
Excelente representación tuvo la Prepa 12 con José Luis De la Torre Ramírez y Evelia Luz González Zárate. EL CONVIVIO DE UNIVERSITARIOS SE EFECTUO EL 15 DE DICIEMBRE DE 2015 EN EL HOTEL HILTON GUADALAJARA El Hotel Hilton Guadalajara fue inaugurado el 15 de junio de 1998, para ofrecer a los turistas nacionales y extranjeros excelente hospedaje, buena comida y espacios de lujo para reuniones y fiestas. Marisela Güemez, Ciro Aguirre Ornelas y Rigoberto Zermeño Bedoy. Fué un exquisito banquete que incluyó un selecto menú y un variado carnet musical, interpretado por la Orquesta de Luis Chamaco Guerrero. José Candelario Uribe Gómez y María Auxilio Díaz Herrera. Ernesto Bañuelos Muñoz, Rocío Robles Cortés y Lili Padilla Trujillo. Escudo de la Escuela Vocacional de la Universidad de Guadalajara Maria de los Angeles Hernández Sandoval y Jesús Pérez Loza. Escudo del Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Guadalajara. Pina Cardona el líder de los académicos de la Escuela Vocacional, Antonio Mora Martínez, Carlos Lomelí Ramírez y Mago Fernández. María Auxilio Díaz Herrera, María de los Ángeles Guadalupe Sierra Ramírez, Ana Migdelina Méndez Monge y Graciela González Zuloaga, también en el festejo universitario. Edna Galaz, Guillermo Brambila Chavez y David Calvillo Camacho durante el banquete en el Hotel Hilton Guadalajara.
LIC.
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