Guadalajara, Jal., ene. 01 de
2014 -
No. 153
Axios = digno,
valioso, justo
AXIOS 1
PERIÓDICO
CULTURAL IMPRESO Y EN LÍNEA, PUBLICADO CADA 15 DÍAS Y EDICIONES ESPECIALES POR
EDITORIAL PETRUS, PARA SERVIR A JALISCO, A MÉXICO Y AL MUNDO,
CON NOTICIAS, INFORMACIÓN,
CRÍTICA, ANÁLISIS Y REFLEXIONES
SOBRE FILOSOFÍA, HISTORIA, CULTURA, LITERATURA, ARTE, TURISMO, SOCIEDAD, ECONOMÍA Y POLÍTICA.
EL DOMINGO 19 DE ENERO
SERÁ
LA PROCESIÓN DEL SEÑOR DEL MONTE EN JOCOTEPEC, JALISCO
Por
Jesús PEREZ LOZA
SEÑOR DEL MONTE |
A partir de las 4 y media de la tarde, la procesión
del Señor del Monte, recorrerá las principales calles de esta cabecera
municipal, ubicada en el lado poniente del Lago de Chapala.
De
acuerdo con la historia, la fe y devoción a la imagen de Jesús Crucificado, se intensificó
a partir del 8 de noviembre de 1833,
cuando los nativos y habitantes de Jocotepec elevaron a escritura pública un
voto juramentado al Señor del Monte, reconociéndolo como su especialísimo
protector ante el furioso azote de la peste del llamado “COLERA MORBUS”, que
causó grandes estragos y segó tantas vidas, que los pueblos de Jalisco parecían
cementerios.
El
documento fue firmado por el Alcalde de Jocotepec, D. José Ornelas y en nombre
de los fieles y vecinos lo suscribieron los señores: Francisco Valencia, Salvador
Torres, Francisco Pamplona, José Rivera, Domingo Valencia, José María Patiño,
Mariano Chacón, Bruno Gutiérrez, José María Hermosillo, José Secundino Corona,
Feliciano Chavoya y Juan José Castillo, siendo testigos de Ley, Don Rafael
Ochoa y Don Nicolás Palos.
El Señor del Monte escuchó las
súplicas de los jocotepenses y milagrosamente la peste desapareció. Por ello, los fieles de Jocotepec, así como sus
autoridades eclesiásticas y civiles, para agradecer la protección de su Santo
Patrono en todas sus necesidades espirituales, materiales, públicas y privadas,
se comprometieron a conmemorar cada año una Solemnísima Función en el Día del
Dulce nombre de Jesús, que incluye novenario, triduo y la peregrinación.
El
juramento se renovó el 6 de diciembre de 1918, a propósito de la aparición y
azote de la nueva peste, denominada “INFLUENZA ESPAÑOLA”, misma que desapareció
instantáneamente en Jocotepec.
Esa
vez, el nuevo juramento lo recibió el párroco presbítero Don Justo T. Araiza y
firmaron como representantes de los vecinos: Cándido Pérez Valencia, Donaciano
Olmedo Cuevas, Hilario Aldana, Aureliano Gálvez, Faustino Rodríguez, J. Jesús
Ramírez, Antonio Elvira, Mariano Lubián, José García Arechavala, Juan Sánchez,
Rafael Rodríguez, Miguel Solís León, Antonio Ibarra O., Simón Navarro, Faustino
Ibarra, Bernardo Cuevas, José O. Rivera, Vicente Mora, José Corona, José
Torres, Juan Zenteno, Manuel Olmedo, Juan y José Ibarra, Eulogio Vergara y
Guadalupe Ibarra, entre otros.
En
este 2014, el 6 de enero se realizará la entrada de la cera aportada por los
gremios, así como la renovación del juramento que ya se hace cada año; así que
ahora, estará a cargo del señor Cura Don
Jesús Quiroz Romo y de las
autoridades civiles. El 7 de enero, se iniciará el novenario, al que continuará
el triduo, para culminar el domingo 19, con la procesión del Señor del Monte acompañado de la
feligresía jocotepense y devotos procedentes del país y EE. UU.
RENOVACIÓN
DEL JURAMENTO
El 6 DE DICIEMBRE DE 1918
NOSTALGIA
Por Teodoro Rentería Arróyave
A la querida vecina, Carmelita Sainz, al amigo y reconocido
colega, José Antonio Calcáneo Collado, a la siempre amada prima, Eugenia
Kanafany Rentería y a todos los demás familiares y amigos entrañables, que
en este año que termina hoy, emprendieron el viaje al éter eterno.
MÉXICO, D. F., martes 31 de diciembre de 2013.- Nostalgia, dice el Diccionario de la Lengua Española, es la pena de verse ausente de
la patria o de los deudos o amigos, así mismo, tristeza melancólica originada
por el recuerdo de una dicha perdida; en consecuencia el antídoto es la
Meditación, el verbo meditar, es la acción de aplicar con profunda atención el
pensamiento a la consideración de algo, o discurrir sobre los medios de
conocerlo o conseguirlo. Por todo ello, hoy, en este día último del año, me
permito regalarle amigo lector y radioescucha, el poema del numen de mi padre, doctor Fortino Rentería Meneses:
“Hay
momentos y hay anhelos/ que nos endulzan la vida, / como una virgen querida/
que nos llena de consuelo, / y que nos eleva al cielo/ con su deleite y amor; /
y nos da luz y calor, / nos alienta y nos levanta; / con su clámide de santa…/
nos cubre y nos da valor. ¿Entonces por qué amargarnos / y lastimar nuestro
ser?/ Si en este mundo hay placer, / no hay razón para quejarnos, / debemos con
fe alentarnos/ y hacer a un lado el hastío; / no pensar en lo vacio / ni en triste
desilusión; / tener fuerte el corazón, / siempre ardiente ¡nunca frio!
No hay que pensar en la pena/
sino pensar en placeres; / cumplir con nuestros deberes / con nuestra mente
serena; que no encontremos dilema / que resolver no podamos, / y que el camino
que andamos / lo crucemos con firmeza; / con gusto, amor, y entereza / ¡gozando
de lo que amamos!
Yo en mis noches, cuando sueño, /
y sueño algún ser querido/ de los seres que se han ido / (ya sea grande o sea
pequeño), / para mi es feliz ensueño / sentirlos cerca de mí, / y verlos tal
cual los vi, cuando junto a mí vivieron, / porque todos merecieron/ el amor que
yo les di. Meditemos con fervor,/ con
devoción y ternura,/ alejando la amargura/ y lo que cause pavor; / seamos cuan
la blanca flor,/ que aún cortada da elegancia, / nos perfuma su fragancia, / y
aún cortada, hace bella, / y brilla como una estrella…/ dándonos ¡fe y
esperanza!”